jueves, 14 de junio de 2012

Revista Sinécdoque Nº2 | "CARTAS" (Escribe Bárbara Gallardo)


CARTAS
Escribe Bárbara Gallardo
(en respuesta al artículo “Pospornografía: El placer está en la fuga” de Laura Milano y Clara Paoletta, publicado en Revista Sinécdoque Nº1)

“La rebeldía de mi alma hace temblar todo mi ser; pero obedezco, sumiso como un esclavo.”
Sacher- Masoch:
La venus de las pieles


Tras leer “Postpornografía: el placer está en la fuga” , debo confesar que lo primero que hice fue buscar una porno “para mujeres”. Lo segundo, o lo tercero – cuarto, fue ponerme a pensar sobre el asunto del SDM. Agradeciendo a lxs autorxs que hayan abierto este debate, me atrevo a proponer una simple nota al pie.
La  popularidad de Sade (y no tanto de Masoch, ya que al pobre lo hacemos gozar ignorándolo) podría (me cuestan los imperativos) deberse a una cierta “pansexualidad” que caracteriza a nuestra época, a la puesta en duda de todo orden y de toda moral.
Sade representa la liberación del eros para muchxs, el espíritu que se burla de la virtud. La victoria de la anarquista Juliette (el vicio) sobre la tímida y conformista Justine (la virtud).
OK, asumamos que el deseo de liberarse de los tabúes sexuales ha existido en todos los tiempos. Se trataría entonces  de ver qué tipo de reivindicación sexual se asume hoy. Se abren las preguntas, a las que nos guía Foucault: ¿Se podrá adoptar un tipo de sexualidad que va más allá del sujeto, que estaría de alguna manera detrás del yo, que lo sobrepasa? Ninguno de lxs dos controla su cuerpo, el eros de unx comunica al eros de otrx sin que el sujeto mismo ejerza un control verdadero. El carácter orgiástico de la sexualidad contemporánea pone en cuestión la posición del sujeto. Y lo celebramos.
Pero, siguiendo nuevamente a Foucault, nos encontramos con una entrevista de 1976, en la que dictamina: ¨Sade nos aburre, es un sargento del sexo”. En esa misma entrevista el autor propone inventarnos un erotismo no disciplinario de “placeres sin cálculos”. Los made in Occidente estamos obsesionadxs  en arrancarle la verdad al sexo. Y quizás vayamos a hacer lo mismo explicándonos el SDM como ”desplazamiento radical al dispositivo de sexualidad” ( Javier Sáez, citado en el ensayo).
Para esto lxs muchxs buscamos la verdad del sexo, y algunxs muchxs le exigen sus propias verdades. Dista igualmente de ser el caso del posporno, que se rebela contra lo estereotipado. O así lo entendí yo. Solo quería acotar esta nota, porque donde vemos fuga, también encontramos dispositivos y disciplinas.

Occidente se ha organizado alrededor del sexo, a través de técnicas religiosas, médicas o sociales. Antes que una prohibición, este es un pliegue al interior de una estrategia compleja y positiva. Esta problemática entra en el problema más general del poder, que se ha entendido en términos de represión, y Foucault lo entiende como incitación, como poder-saber.
No estoy diciendo nada nuevo, sólo es una pequeña nota al pie.

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